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Rosario Díaz-del Río y Lucas Thiebaut analizaron su participación en los Juegos Panamericanos Junior 2021

Entre el martes 23 de noviembre y el domingo 5 de diciembre se realizó este importante certamen deportivo, el cual se desarrolló en Cali, Colombia. Fue la primera vez que se disputó esta competencia y eso es algo digno de resaltar, ya que constituye un tremendo impulso y apoyo al deporte en la región y, específicamente, a los jóvenes deportistas.

La delegación chilena tuvo una excelente campaña, finalizando en la octava posición, con 12 medallas de oro, 15 de plata y 31 de bronce. En total, Chile sumó 58 preseas y, lo principal, quedó la grata sensación de haber tenido una positiva actuación en tierras colombianas.

Dentro de las alegrías vividas por la delegación nacional, sin dudas que aparecen dos nombres ligados al Club Deportivo Manquehue. Se trata de Rosario Díaz-del Río Abarca y Lucas Thiebaut, quienes obtuvieron medalla de bronce en esgrima y básquetbol 3×3, respectivamente. Ya de vuelta en Santiago y bajándole el telón a la temporada 2021, ambos representantes del Club Manquehue dieron a conocer sus impresiones sobre la experiencia vivida en los Juegos Panamericanos Junior. También, hablaron sobre otros temas, como la preparación, su proyección en el deporte y lo que sintieron al ganar una presea para Chile.   

Ir a unos Juegos Panamericanos

Ambos creen que participar en un evento deportivo de tal magnitud es algo muy particular, pero cada cual realiza su propio análisis. Es así que, para Rosario Díaz-del Río Abarca, se trató de “una experiencia única, que te abre mucho más el mundo que un sudamericano. Son muchas más culturas y formas diferentes de todo. Es muy entretenido. Conocer gente de diferentes países te amplía la visión y uno aprende mucho”.

En la misma línea, Lucas Thiebaut considera que “un panamericano es diferente a un sudamericano, pero no solo por la diversidad de países que compiten, sino que también por la capacidad atlética que hay, especialmente en Centroamérica.  Es algo que no se ve en Sudamérica y, como no estamos acostumbrados a su ritmo y potencia, aumenta mucho la dificultad”.

Más allá de lo deportivo, Rosario y Lucas creen que la experiencia humana es muy gratificante y especial. Así lo expresa Díaz-del Rio, quien ya conocía a esgrimistas de otros países, como Argentina, Colombia y Venezuela. Igualmente, asegura que “siempre es un placer verlos. Lo pasamos muy bien y nos reímos mucho”.

Desde otra perspectiva, que mezcla lo deportivo y lo personal, Thiebaut asegura que “es muy enriquecedor compartir con personas de otras culturas. Conocer deportistas cubanos, mexicanos, argentinos y dominicanos, entre otros, y poder aprender de ellos, en un contexto cultural asombroso y alegre como lo es Colombia, fue increíble”.

El proceso de preparación para los Juegos Panamericanos Junior

Competir es la guinda de la torta y es algo que muchos disfrutan, pero antes de eso se realiza una de las etapas más duras, que es entrenar y prepararse de cara al próximo desafío. En este sentido, Rosario piensa que un deportista “se prepara toda la vida para las competencias”, pero reconoce que, para los Juegos Panamericanos Junior, se hizo algo más específico. “Fuimos a un sudamericano juvenil justo antes y en marzo estuvimos en una copa del mundo. Además, en abril, participé en el mundial juvenil”, recalca la esgrimista manquehuina.

La situación de Lucas fue diferente y, quizás, algo más movida. De todas maneras, el basquetbolista se muestra conforme. “El proceso de preparación pudo haber sido mejor, pues algunas veces entrenamos juntos solo tres de los cuatro jugadores”, confiesa el joven manquehuino, tras lo cual aclara que igualmente quedó satisfecho. “Lo anterior se debe al hecho que uno de los basquetbolistas vive en Argentina. También, todos hemos estado a full con los clubes este ultimo tiempo”, reflexiona Thiebaut. De todas formas, ve el vaso medio lleno y declara que “eso nos permitió llegar con ritmo al torneo. Afortunadamente, tuvimos buena química en la cancha y entendimos nuestros roles”, complementa el espigado jugador del Club Manquehue.

Sobre la competencia en sí, Rosario y Lucas quedaron muy contentos con sus logros, aunque hacen un análisis diferente sobre sus resultados. Rosario dice que se cumplieron las expectativas, “que era ganar una medalla, pero en las semifinales vi que era posible aspirar al oro o la plata. Al final no se pudo y me quedé con un gustito a poco, pero también estoy muy feliz con mi bronce. Era un objetivo para el cual se venía trabajando”, asevera la joven esgrimista. A su vez, Lucas explica que “íbamos con la meta de subirnos al podio e, idealmente, obtener el oro. Peleamos cada partido con la mayor garra posible y lo dejamos todo en la cancha”. Posteriormente, describe qué siente respecto de su desempeño personal. “Estoy conforme con mi rendimiento. Siento que pude aportar, especialmente en la defensa y bancándome a los jugadores más duros del equipo contrario. Estoy tranquilo y feliz”, sentencia Thiebaut.

En cuanto a la medalla, Rosario aclara que “como deporte, tenemos pocas instancias para representar a Chile a nivel panamericano, asi que eso hace que todo esto sea aún más especial. Además, mucha gente que no conoces se pone feliz por tus resultados y se genera un sentimiento de unidad. Se siente muy bien competir por Chile”, en tanto que Lucas declara que “representa mucho para mí. Somos pocos quienes tenemos la suerte de entregarle una medalla a Chile, asi que creo que es un tremendo logro y me hace feliz ser parte de este grupo. Espero poder repetirlo algún día”, cierra el jugador que actualmente se encuentra lidiando con las evaluaciones de fin de año.

Proyecciones en el mediano y largo plazo

Rosario y Lucas no titubean al decir que pretenden seguir compatibilizando el deporte y los estudios. Para ambos, son aspectos esenciales de su vida y están dispuestos a seguir adelante, por más que a veces sea una compleja tarea.

“Ahora estudio, entreno y compito. Es difícil esto, especialmente en el período de exámenes, pero cuando uno lo logra te deja una sensación más rica”, expresa Díaz-del Río. Además, asegura que “sirve para despejarse un poco, porque estar metido en el deporte todo el día también es muy cansador. Mutuamente, sirve para despejarse, aunque el deporte me ayuda más a descansar de la universidad que viceversa”, acota la esgrimista.

Similar es la postura de Thiebaut, quien explica que “mi idea es seguir estudiando, terminar mi carrera en el tiempo que corresponda y, en paralelo, jugar básquetbol y representar a Chile con todas las ganas y la pasión que tengo”. Para terminar, el basquetbolista aclara que “espero poder llevar bien ambas cosas y seguir teniendo buenos resultados”.

Dejando a un lado los estudios, Rosario y Lucas tienen claras sus metas en lo netamente deportivo. En este sentido, los dos saben que los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 serán una oportunidad única. Tanto así, que Rosario enfatiza que “Santiago 2023 es un gran objetivo. Como dueños de casa será muy entretenido estar con tus compañeros. Los panamericanos siempre son una tremenda competencia y estamos entrenando para eso”, explica Rosario Díaz-del Río Abarca.

Lo mismo piensa Lucas Thiebaut, quien dice que “los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 es el próximo objetivo. Creo que se viene muy intenso y es un lindo desafío para el cual estoy trabajando desde ya”.

La importancia del Club Manquehue

Para terminar, Rosario no tiene dudas al momento de referirse a lo importante que ha sido el club para su desarrollo como deportista. “Empecé a practicar esgrima acá. Me formó el Manquehue y me sigue apoyando. Sigo entrenando acá. La rama y el club son muy buena onda, me apoyan, me mandan mensajes y siempre están pendientes de mis competencias”, resalta la joven esgrimista, quien luego complementa expresando que “hay un grupo muy lindo. Nos apoyamos harto y los entrenamientos son muy entretenidos”.

En cuanto a Lucas, él dice que “el Club Manquehue ha sido un pilar importante en este último tiempo. Me permite sacar lo mejor de mí y desarrollarme como jugador y persona, pero también es relevante el apoyo que me han dado, especialmente en el equipo adulto de la rama de básquetbol”.

El fin de año se acerca y la nueva temporada aparece en el horizonte de Rosario Díaz-del Río Abarca y Lucas Thiebaut. Ahora, descansan y disfrutan junto a su círculo más íntimo. Lo merecen y lo necesitan, pues las exigencias son cada vez mayores. Mientras se progresa y se obtienen mejores resultados, la presión también aumenta. Sin embargo, eso no parece desenfocarlos, ni ponerlos nerviosos. Están disfrutando la vida. De una forma diferente a las personas de su misma edad, pero, al fin y al cabo, son jóvenes, tienen muchas energías y todo un largo camino por delante.

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