Este jueves 31 de agosto, Monika Dirsch, integrante del equipo del Centro de Atención al Socio (CAS), tendrá su último día de trabajo en el club después de 10 años. Antes de su despedida, Monika conversó con Die Manquehue Zeitung y se refirió a su relación con la cultura alemana, sus primeros recuerdos del CDM y su estadía en el club como funcionaria.
“Mi relación con la cultura alemana ha estado desde que nací. Mis cuatro abuelos eran alemanes y vinieron a trabajar a Chile. En mi casa se hablaba alemán, yo estudié en el Colegio Alemán y he trabajado toda mi vida en empresas alemanas, por lo que es una cultura que está en mi sangre”, cuenta.
“No sólo estoy relacionada, sino que es una cultura que me interesa y gusta mucho. Me encanta la responsabilidad que tienen, su forma de trabajar, el orden y el respeto por la gente”, comenta. “Hay un prejuicio de que los alemanes son muy serios y poco simpáticos, pero yo diría que es todo lo contrario”, agrega.
Respecto a sus primeras vivencias en el club, Monika explica que ocurrieron en su etapa de alumna de la Deutsche Schule. “Antiguamente, una era socia automáticamente por estudiar en el Colegio Alemán. Recuerdo especialmente que venía con mis amigos a la piscina y que pasábamos mucho tiempo acá durante los veranos”, relata.
Posteriormente, por diversas razones, Monika estuvo alejada del club, pero se reencontró con este lugar en septiembre de 2013, cuando se incorporó al área de atención a socios. “Cuando empecé, me volvió a bajar el amor por el club. Me encanta el sentido de comunidad que hay aquí y realmente fue una buena experiencia trabajar aquí. Me sentí bien, muy cómoda y querida por mis compañeros. Para mí no era sólo un trabajo, sino que fue parte de mi vida y algo que me encantaba”, manifiesta.
En junio de este año, Monika tomó la decisión de finalizar su vínculo laboral con el club y, según cuenta, una de las cosas que más va a extrañar es su relación con los socios. “Me gusta atenderlos y hacerlo bien, creo que ellos se sienten entendidos por mí. Una no es amiga de ellos, pero sí se crean ciertos lazos. Aquí llega gente joven con guaguas y una va siguiendo su historia, por lo que se genera una linda relación. Yo siento que los socios me aprecian y me siento feliz de haberlos ayudado a resolver sus problemas”, expresa.
De todos modos, Monika seguirá conectada fuertemente al club, aunque esta vez lo hará en su calidad de socia. “Estoy contenta con mi decisión y sé que voy a seguir en contacto con las personas que trabajan en el club. Ahora me va a tocar venir como socia, va a ser una sensación rara, pero es parte de esta nueva etapa que se me viene”, cerró Monika.
¡Te deseamos lo mejor en este nuevo comienzo, Monika!
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