Luego de un periodo como vicepresidenta del Club Deportivo Manquehue, Catalina Mertz comenzó a presidir el directorio del club en agosto de 2022 y en julio de este año fue ratificada en el cargo tras la realización de la 76° Junta General de Socios.
En conversación con Die Manquehue Zeitung, la máxima autoridad del CDM realizó un balance del 2023 y abordó los cambios implementados durante el año, además de referirse a los principales desafíos a los que debe enfrentarse el club en el futuro.
¿Cómo fue el 2023 para el club?
Este fue el primer año en el que estuvimos libres por completo de las restricciones por la pandemia, entonces fue como una reapertura y se volvió a intensificar todo lo que es la actividad deportiva y social en el club. Eso implicó varios desafíos, ya que todos estábamos tratando de volver a una realidad a la que quizás nunca volvamos. Recién estamos a un año del regreso al funcionamiento normal y estamos recuperando un poco las maneras de antes, pero creo que el proceso de digitalización intensivo que tuvimos durante la pandemia cambió de manera permanente las expectativas en términos de interacciones con otros sistemas, y ahora se espera que todo sea ágil, rápido e inmediato, porque el mundo digital funciona así.
Uno de los trabajos principales del año ha sido la planificación estratégica, ¿cómo se ha desarrollado ese proceso?
Los directorios anteriores habían realizado planificaciones estratégicas, así que esto es parte de un proceso continuo. Una de las novedades ha sido el tema de levantar más información, cualitativa y cuantitativa, lo que nos ha evidenciado que tenemos socios y grupos de socios con características muy distintas entre sí. También estamos levantando información del uso de los espacios en el club, ya que saliendo de la pandemia tuvimos dificultades como comunidad al resolver dónde ubicar las canchas de pádel, y nuestra reflexión como directorio fue que resolver esa potencial tensión hubiese sido un poco más fácil si es que hubiésemos contado con más y mejor información respecto de la tasa de ocupación de distintos espacios alrededor del club.
En base a lo anterior, el objetivo era dar un paso más y dejar instalada esta manera de hacer las cosas, para que la próxima vez que se haga una planificación estratégica sea con una metodología similar en cuanto a tener data cualitativa y cuantitativa de los socios, del uso de los espacios y de todos los usuarios y trabajadores que tenemos.
¿Y cómo ha sido la participación de los socios en este proceso?
Ahí nos ayudó mucho la mirada de la consultora externa que nos apoyó en este proceso, Calletres, la que nos ha mostrado que tenemos tasas de respuesta altísimas e incluso con notas máximas en algunas evaluaciones. Eso es casi imposible de lograr en cualquier otro tipo de comunidad o usuarios de algún servicio o producto. Con esto, en general, creo que se ratifica que la comunidad manquehuina es muy camiseteada y participativa.
Nuestro punto más ciego es justamente la generación más joven. Para ellos no es natural pensarse como parte de una comunidad, y tampoco lo era necesariamente para nosotros en la adolescencia. Uno pasa por etapas en las que prioriza los intereses personales, y eso es natural y es parte del desarrollo, pero hay un desafío grande respecto a cómo conectamos con ese grupo de socios.
Otra de las novedades de este año fue la Estrategia de Sostenibilidad, la cual fue anunciada a fines del 2022…
Fue un paso muy relevante. En la etapa prepandemia ya habíamos debatido en el directorio sobre lo importante que es hacernos cargo de nuestro impacto en el medioambiente y cómo hacer un mejor uso de los medios escasos como es el caso del agua. Tenemos muchos desafíos y siempre hay cosas que se pueden hacer mejor, pero el norte y la ocupación por esos temas ya está totalmente instalada, por lo que estamos muy contentos por esos avances.
Por otro lado, este año se avanzó en materias de prevención de abuso sexual, ¿cuál es la visión del club en base a este tema tan sensible?
Es un tema súper complejo y como organización se tomó la determinación de avanzar decididamente y no reaccionar ante potenciales casos, que por supuesto nadie quiere que pasen. Preferimos ser proactivos y prevenir esas situaciones. Además, esto se da en un contexto en el que los socios ven al club como su segunda casa, el cual es un atributo que valoran mucho y eso se reflejó en el Estudio General de Socios, donde los socios respondieron que perciben los frutos del trabajo que se hace cotidianamente en términos de seguridad. Esto de que los papás y abuelos puedan dejar a sus niños acá y estar tranquilos de que van a estar haciendo sus actividades de manera segura es un servicio inigualable que este club le brinda a sus socios y tiene que seguir manteniéndolo. A veces los protocolos que hay que difundir entre los adultos, entrenadores y trabajadores pueden parecer un poco fuertes, pero hay que anticiparse y dar directrices de qué se puede hacer y qué no.
Otro de los temas relevantes del año fue que en octubre entró en vigencia el nuevo Reglamento de Socios, ¿cómo fue el trabajo de actualización de esa normativa?
Lo revisitamos por completo y mantuvimos muchos de los contenidos presentes, considerando también que los directores anteriores habían decidido muchos de los puntos por algún motivo. Por lo mismo, la primera determinación fue mantener todo lo ya decidido, salvo que tuviéramos un motivo real para cambiarlo.
Se hizo un trabajo bien extenso para visualizar, sobre todo, las distintas configuraciones familiares, ya que hoy en día los jóvenes no necesariamente se casan o habían distintos aspectos como tener que hacerse socio titular al momento de casarse, lo cual, en la práctica, era un castigo para los que se casaban. Se puso el foco especialmente en ese tipo de situaciones y logramos simplificar bastante el reglamento, además de que tratamos de dejarlo en un lenguaje más sencillo.
Fuera de los cambios y actualizaciones del año, hay un tema relevante para la comunidad manquehuina que tiene relación con la presencia de la cultura chileno-alemana en el club…
Inexorablemente, el paso del tiempo va a significar que los nexos directos con Alemania se vayan perdiendo generación tras generación y pasa lo mismo con los colegios de habla alemana.
Creo que respecto a este tema también nos afectaron mucho los años de pandemia, periodo en el que el club debió a aprender a sobrevivir y tuvimos una pérdida de socios relevante. Por lo mismo, no tuvimos muchos eventos de activación cultural en ese sentido. Ahora estamos retomando esto y tenemos el desafío de revivir la historia del club y visibilizar más la cultura chileno-alemana, la que tiene características que nos diferencian de lo que ocurre en otros clubes.
En la misma línea de los retos, y pensando en el 2024 y los próximos años, ¿cuáles son los principales desafíos que tiene el club?
El principal desafío es la sustentabilidad a largo plazo, lo que pasa por contar con una comunidad chileno-alemana que valora este club y que está dispuesta a hacerse socio y financiar la institución. Eso pasa por mantener esa comunidad, la que es parte de la oferta de valor del club y que nos distingue de otros clubes. Naturalmente, tenemos que mantener la parte deportiva también, no en vano nuestro nombre es Club Deportivo Manquehue.
Para lograr lo anterior, debemos ser ágiles en responder a cuáles son las necesidades e inquietudes de la cultura chileno-alemana que queremos que sea socia activa y que esté practicando deporte en el club. Además, debemos transformarnos en una organización más ágil en levantar requerimientos, probar cosas nuevas y ajustar rápidamente la oferta deportiva, gastronómica y social a lo que los socios quieren en el club. Ese es el desafío; lograr identificar lo que los socios quieren e intentar brindarles eso de una manera sostenible y atractiva para que este club cumpla con la promesa de ser el segundo hogar de sus socios.
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